Leyes de cleridad

domingo, 13 de enero de 2008

 

Estúpidas mentes cerradas, temerosas del fuego
Aquellas que se han consumido sin deseos
Que poco a poco efervescen sin color
Que jamás han tocado una estrella sin razón

Pobres criaturas limitadas, pobres almas abandonadas
Donde el hombre ya no es hombre
Solo es algo que se rige por el pueblo
Algo que lo rige, y no es el fuego

Oye dicen: “se supone que eso está muy mal”
Que me importa, este es mi deseo, mi realidad
Y no dejo que esto me pueda limitar
El triste mundo, de las leyes sin verdad

Prefiero quedarme en mi mundo bicolor
Donde no existen reglas de estúpida creación
Rezarle a una luna de ambición
Ser yo mismo y alcanzar mi salvación

(No es humano el que se deja limitar
Un humano es ángel y demonio hasta al revés)

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